25 DE NOVIEMBRE. MANIFIESTO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
La violencia de género es el reflejo de una sociedad enferma de desigualdad.
De una sociedad en la que la lucha contra cualquier tipo de violencia ejercida
contra las mujeres -física, psicológica, sexual o económica- ha dejado de
figurar entre las prioridades políticas e institucionales de un Gobierno
empeñado en ahondar en las brechas de género y en sustituir la Ley Integral
Contra la Violencia de Género por la caduca ley del silencio.
El número de denuncias, la retirada de denuncias o los asesinatos sin denuncia
están haciendo saltar todas las señales de alarma en nuestro país. La crisis
económica no sólo está mermando la capacidad de reacción de las víctimas
para salir de la espiral de violencia y alienación a la que son sometidas por sus
parejas, sino que además está siendo utilizada de excusa por la derecha para
recortar en prevención y en sensibilización, en atención y en protección. Con la
reducción en un 28% del presupuesto destinado a la Ley Integral, el Partido
Popular recorta en seguridad, en esperanza, en confianza, en futuro.
La crisis no puede ser excusa para dejar de apoyar a ninguna víctima, a ningún
menor en riesgo. Conscientes de ello, las mujeres y los hombres socialistas
seguimos trabajando para construir una sociedad más justa, libre de miedo y
dominación.
Garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres -de derechos
y libertades- y educar en igualdad es la única clave para cercenar desde la raíz
la violencia machista. Una tarea de toda la sociedad española y andaluza que
la derecha está boicoteando con los graves retrocesos legislativos impuestos
en materia laboral, educativa, sexual y reproductiva o judicial.
Las 700 mujeres asesinadas en la última década, las miles de mujeres que han
recuperado el control de sus propias vidas y las de sus hijos e hijas, están
detrás de la red de apoyo y actuación tejida en Andalucía.
La igualdad de oportunidades SÍ forma parte de nuestra agenda vital, de
nuestro ADN político. Las y los socialistas andaluces no comerciamos ni
jugamos con la igualdad, no cerramos recursos ni servicios públicos.
Las y los socialistas andaluces aplicamos la perspectiva de género de manera
transversal a todas las políticas públicas y aumentamos en un 1,9% el
presupuesto para 2014 destinado a combatir la violencia machista.
Creemos en la educación como herramienta transformadora y en nuestros
colegios e institutos como espacios de igualdad; por eso no descafeinamos la
asignatura de Educación para la Ciudadanía y no sostenemos con fondos
públicos los centros educativos que segregan a nuestras niñas y niños.
La igualdad es la columna vertebral de una sociedad progresista y democrática.
La igualdad es la mayor fuente de riqueza de una sociedad realmente justa y
realmente libre, la principal arma contra cualquier tipo de violencia ejercida
contra las mujeres y las niñas. Por ello:
• Exigimos que el Gobierno del PP vuelva a educar en igualdad, derogue
la dañina Reforma Laboral y de marcha atrás en su intención de
hacernos retroceder 30 años en derechos sexuales y reproductivos.
• En este Día Internacional, exigimos además la retirada inmediata del
proyecto de ley de la Reforma de la Administración Local, que sentencia
a desaparecer a los 166 Centros de Información a la Mujer impulsados
por el Instituto Andaluz de la Mujer y las corporaciones locales.
La Reforma Local de la derecha desmantela los servicios de
asesoramiento y atención a las mujeres que están prestando nuestros
ayuntamientos y barre con los puntos de información, los pisos de
acogida para mujeres maltratadas o los programas de recuperación
integral de las víctimas de violencia de género. El Partido Popular
desampara a las víctimas y condena a las mujeres del medio rural a ser
ciudadanas de segunda, ciudadanas del pasado.
Y, por último, exigimos que reactive la Ley Integral Contra la Violencia de
Género. Que la despierte con un presupuesto apropiado y suficiente
para combatir esta lacra social, que refuerce la coordinación con todas
las administraciones y recupere el diálogo con las organizaciones de
mujeres y colectivos feministas.